martes, 3 de agosto de 2010

Miguel Ángel Didío: una vida en rojo y negro (1ª parte)


Sobrados son los ejemplos en el fútbol de nuestra ciudad de amor incondicional hacia una divisa.

Sería injusto hacer nombres por temor a omitir a otros quienes fueron modelos de fidelidad hacia los colores que se llevan en el corazón.

Pese a esta salvedad, podríamos hacer una breve mención al caso de Raúl ‘Pelusa’ Cestona en el Club Atlético Independiente, de Agustín Moro y Alberto Volontín en el Ateneo Estrada, Carlos 'Zurdo' Cuneo en Sarmiento, más acá en el tiempo a Oscar Monaco defendiendo cerca de 20 años la casaca de Ferroviario, Benjamín ‘Tito’ Martínez con Estudiantes, etc. Abundan las muestras, afortunadamente.

Pero el caso de Miguel es distinto. Ni mejor ni peor. Distinto.

Con jóvenes y vitales 70 años de vida, el amor entre ‘Vagancia’ (como cariñosamente lo llaman sus allegados y amigos) y el Club Atlético Sarmiento se renueva hora a hora, día a día, semana a semana.

La pasión por el club motoriza su día. Sarmiento es ‘su lugar en el mundo’ ya sea dando una vuelta por la entidad para ver como marcha todo, siendo material de consulta obligada de su hijo Marcelo (actual Presidente de la institución), asesorando a su otro hijo, Rolando, quien se desempeña como Ayudante de Campo del actual técnico rojinegro, Juan Pedro Erreguerena, o detrás de alambrado donde se lo puede ver todos los fines de semanas alentando y sufriendo por los colores de siempre, los que tiñen su corazón. El viento, la lluvia, el frío invernal y el calor sofocante de Enero lo saben.

¿Si eso no es amor por los colores? ¿Qué es el amor hacia un club?

En busca de las razones de esta pasión nos dirigimos a la casa de Miguel. Primera sorpresa, un verdadero y prolijo museo sarmientista con trofeos, artículos de diarios y fotos de todas la épocas en las cuales Miguel no solo aparece en equipos de fútbol de la entidad rojinegra, sino también en equipos de básquet de la época y, por qué no decirlo, ‘lustrando’ la pista de baile del club en aquellas multitudinarias veladas bailables de las décadas del 50’ y 60’.

Interrumpimos su trabajo, también hay que mencionarlo, y la charla empezó. Si es de fútbol poco le cuesta a Miguel comenzar la misma: “Soy nativo de Ayacucho, nací el 6 de Mayo de 1940, mi familia está compuesta por mi señora Ana María Rocca, tengo tres hijos Virginia, Rolando Miguel y Marcelo Fabián Didío y ocho hermosos nietos: Agustina, Julieta, Pilar, Bautista, Juan David y Lucas Didío, Ana De Hoyos y Martina Cruces".

¿Cómo empezás con esa pasión que nunca abandonarías, el fútbol?

De chiquito, prácticamente podría decirte que nací en Sarmiento, el nombre del club aún era Sport y la sede estaba en calle Mitre. Yo vivía ahí cerca y con seis años andaba ‘gateando’ el corralón del club, comenzando una relación que se acrecienta cuando empiezo a jugar en sus inferiores y luego ir escalando para llegar a jugar en 3ª y de ahí el salto a la Primera.
En 1949 el club compra un predio en calle 25 de Mayo y se muda al lugar donde se encuentra actualmente pero yo ya tenía vinculación con él. Mi primer técnico fue ‘Ñaco’ Colello en 3ª división, que antes era hasta los 18 años.

¿Siempre como volante central?

Sí, siempre en ese puesto. Cuando querían hacerme jugar en otro puesto, yo les decía: “más vale no juego, y listo”. Hoy se ve que los chicos juegan en cualquier puesto y hay muchos que ni ellos mismos saben cuál es su verdadero puesto.

¿Cómo fue el debut en Primera División?

A mí y a algunos de mis compañeros nos pasaron de Tercera a Primera, aproximadamente en el año 1957. Yo tenía 17 años y no nos quisieron pasar directamente a Segunda pues había gente muy grande, algunos cercanos a los 40 años que se estaban retirando.
El recuerdo de aquello era que nosotros éramos chicos para una Primera y nos goleaban. Tenía Sarmiento grandes jugadores en aquella época 'Mono' Dottavio, 'Guya' Moris, ‘Pancita’ Basualdo, etc. En esa época era muy fuerte Independiente, ganando cinco años seguidos el campeonato local (1955, 1956, 1957, 1958 y 1959).

A partir de 1961 y hasta 1976 una racha impresionante de Sarmiento, con vos y el ‘Zurdo’ Mingone ganando todos esos campeonatos en forma consecutiva…

Sí, nosotros habíamos sido subcampeones en el ’58 y ’59, pero antes veníamos siendo goleados. Abajo había gente que pintaba muy bien como el ‘Petiso’ Cedarri, ‘Pocho’ Guisande, chicos que jugaban muy bien y ese mismo equipo que antes era goleado explotó en 1961 y salimos campeones. Hay que decir también que a veces los rivales no se reforzaban bien y Sarmiento siempre traía gente de afuera. Aunque sea uno o dos, pero siempre se trajo.

Sarmiento 1961, primer campeonato para la institución y para Miguel

¿De esos equipos campeones, cuál fue el mejor a tu criterio?

No te sabría decir, hubo varios. Sucede que continuamente se iba ‘mechando’ con gente que venía de abajo como Orlando Romero, el ‘Tortita’ González, ‘Cachito’ Asta, el ‘Chacra’ Crovo, etc. Que hacían que Sarmiento continuamente se fuera renovando. Había recambio, no es lo que pasa ahora, que vos mirás el banco y no ves a nadie.

¿Cuál fue el compañero con el que mejor te entendiste?

Había varios, pero te puedo nombrar al ‘Petiso’ Cedarri, el ‘Zurdo’ Mingone, ‘Pocho’ Guisande, gente que siempre estaban al lado tuyo y yo sabía lo que iban a hacer con la pelota.
Imaginate, tiempo después, cuando la selección trajo a gente como Crosta y Diz, yo recuperaba la pelota y que se arreglaran. Ellos eran profesionales (risas).



A esta altura de la charla dos cosas me sorprenden. La claridad conceptual de Miguel y la prodigiosa memoria que hace gala nombrando en las fotos, sin titubear, los nombres y apellidos de los componentes de los equipos que integró y que se reflejan en las mismas.

¿Tuviste alguna posibilidad de ir a jugar fuera de Ayacucho?

Sí, en el año 1960, con el ‘Zurdo’ Mingone (un gran amigo, con quien hicimos casi toda la carrera juntos) estábamos haciendo la conscripción en Mar Del Plata y nos vinieron a buscar del club Deportivo Norte de esa ciudad.
Nos conseguían trabajo en el Casino, pero no me dieron ganas de quedarme y el ‘Zurdo’ al no ir yo tampoco quiso ir. Deportivo Norte, recién se estaba iniciando y era una época muy buena del fútbol marplatense.

¿Cuál fue el jugador que más te complicó en una cancha?

Cuando andás mal te complican todos y cuando andás bien no te complica nadie.

Sarmiento 1974 en revista "El Gráfico" Nº 2884, del 15 de Enero de 1975

El mejor en tu puesto…

Miguel Basualdo fue uno de los mejores volantes centrales que ví, otro dicen que fue ‘Pariche’ Rodríguez pero yo no lo ví jugar. Acá se hizo una lista con los mejores ‘5’ y ahí figuraba ‘Pariche’, pero yo no lo vi.

¿Qué representa Sarmiento en tu vida?

Todo, uno nació acá. Mi viejo también jugó en Sarmiento y fue casi uno de los fundadores de Sport, que era como se llamaba originalmente Sarmiento.
Sarmiento lo que tiene que es muy futbolero, siempre vivió para el fútbol y un día no va a tener cantina, no va a estar pintado, pero va a tener fútbol. Otros clubes prefieren tener la cantina y no tener fútbol. Si bien la gente cree que Sarmiento solo le da importancia a la Primera, acá en inferiores ha habido épocas en que se ha trabajado muy bien como cuando estaban los Profesores Pablo Cedarri y Fernando Aguiar. El tema es que no salen jugadores y por ahí tenés un buen jugador y se va a estudiar entonces ¿qué hacés? Siempre tenés que traer alguno de afuera. Por otra parte, siempre he estado ayudando en diferentes comisiones, haciendo asados o cualquier otra cosa que fuera útil para el club. Hasta al básquet he jugado en Sarmiento.

Equipo de básquet de Primera División de Sarmiento en 1964. Abajo, con la pelota, Miguel, a su izquierda su amigo de toda la vida, el 'Zurdo' Mingone

¿Qué se siente al ver esa pasión por Sarmiento renovada a través de tus hijos?

Es lindo, ellos nacieron dentro del club, se criaron ahí. Marcelo es el Presidente del club y ‘Rolo’ está de ayudante de campo. Cuanto irán a durar haciendo eso no sé, pero están ahí, siempre ligados al club.

* * * * *
Esto dijeron de él:

Carlos ‘Negro’ Rojo: A mí me daba la impresión que Miguel jugaba más con la cabeza que con las piernas. Era muy cerebral y tenía una ubicación que lo distinguía. Nunca ví a otro jugador parar la pelota con el pecho como él lo hacía. Fue un gran jugador.

Oscar Monaco: Miguel era muy claro para jugar y siempre bien ubicado. Salvando las distancias, era un estilo de jugador a lo que sería hoy Bolatti pero con mucho más quite. Siempre con la cabeza levantada y parecía que la pelota siempre lo buscaba. Un muy buen jugador.

Miguel ‘Cachito’ Asta: Yo fui compañero de Miguel, pero no muchos años. Te puedo decir que era un jugadorazo, todo presencia y ubicación. Parecía que tenía un imán con la pelota, siempre con ella. Un ‘5’ de los de antes, fuerte pero sin mala intención.

Oscar Albano: Lo recuerdo bien, incluso llegué a jugar algún amistoso junto a él en Sarmiento. Un '5' trotador de la mitad de la cancha, medio retrasado que tenía un juego simple pero que todo lo hacía bien. Leía muy bien el juego. Muy buen jugador.

(continúa acá)

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