viernes, 2 de diciembre de 2011

Daniel ‘Chacra’ Crovo: un surco junto a la raya de cal (1ª parte)

Los historias del fútbol ayacuchense nos llevan a 100 kilómetros de nuestra ciudad.

En la localidad de Balcarce nos espera Daniel Crovo, ‘El chacra’, un sinónimo de la fuerza y el empuje del mejor Sarmiento de los ’70, quien refrescará a los lectores de esta página episodios que parecen lejanos y olvidados, pero están vivos y siempre presentes en los protagonistas de aquellos días.

Por amigos en común tenía datos de la sencillez y bonomía de Daniel quien desde hace 31 años está radicado en la ciudad serrana. La amabilidad y el don de gente saltan a la vista, no mucho más allá del apretón inicial de manos que nos damos en su cálida casa de calle 10, casi Aristóbulo del Valle, para comprobar las referencias que viajaban conmigo.

Daniel es de ese tipo de personas a quien uno, sin conocer, al cabo de unos minutos pareciera que lo conoce de toda la vida. Un tipo sencillo y transparente que no ha olvidado el terruño natal y que con gran gusto entra a desandar su historia deportiva: “Soy nacido en Ayacucho el 3 de Marzo de 1954. Mi familia está compuesta por mi señora Dora Iorio, con quien va a hacer 34 años que estamos juntos, tengo dos hijas mujeres Verónica y Evangelina que me va a hacer abuelo por primera vez en los próximos días. Mi madre se llama Victoria Mandarino y mi papá Gabriel Crovo, el famoso ‘Chacarero’, que de ahí me queda el sobrenombre. A mí me dicen ‘Chacra’ y a papá le dicen ‘El chacarero’. Algunos más grandes, que lo conocen desde hace años, como el ‘Negro’ Eloiza y Miguel Didío me dicen ‘El chacarero’ pero para la mayoría de los ayacuchenses soy El Chacra".

¿Cómo empezás en el fútbol?

Con el tema del fútbol empiezo junto a mi viejo, hincha de Sarmiento, que vivía prácticamente en el club y siempre me llevaba a la cancha. A partir de eso me acuerdo, por ejemplo, del Campeón de 1961, una hinchada terrible y todas esas cosas que hacían que llegara a casa y pateara ‘hasta las piedras’. Empecé a jugar en la 5ª división que dirigía el ‘Negro’ Bachex. Recuerdo que fue un equipo que armó tirando la moneda pues éramos tantos pibes con ganas de jugar y era la primera vez que nos reunía a todos y tuvo que decidirlo de esa manera. Tiraba la moneda y al que le tocaba le tocaba. Tuve la suerte que me tocó y ahí empecé en 5ª división de once jugadores.

¿Dónde se jugaba?

El primer partido fue en la vieja cancha de la Liga (hoy predio donde se encuentra la Escuela Normal) pero jugué muy poco ahí pues a los 15 años ya empecé a jugar en Primera División. Un día voy al club, yo ni me lo esperaba, y estaba el ‘Zurdo’ Mingone que ya no quería jugar más de wing izquierdo, y entonces me dice “pibe, vos el domingo andá con el bolso a la cancha”. Yo lo miraba y me reía, a lo que él agrega “no, en serio te digo”.

Bueno, el domingo me presento en la cancha y así empecé a jugar. A veces de suplente y otras veces alternaba con ‘Pepe’ Mosqueda quien ya estaba jugando y luego ya quedé de titular. Yo jugué un año y al año siguiente empieza a jugar Daniel ‘Tortita’ González. Yo leí la nota que vos le hiciste y él no se acuerda cuando empezó a jugar pero yo sí me acuerdo por quien empezó a jugar. En nuestro equipo jugaba de ‘9’ Rubén Cenarriaga, que andaba muy bien, él se va a Mar Del Plata. Daniel, que siempre fue un jugadorazo empieza a jugar por él y no dejó el puesto nunca más.

'Cachito' Asta, Daniel González y el 'Chacra' a fines de los '60, los comienzos en Primera...

Pero es cierto lo que él te dice en la nota, empezó a jugar primero en la Selección de Ayacucho y luego en Sarmiento en donde debuta a los 15 años. Yo le llevo un año a Daniel, él debuta y yo ya hacía un año que estaba jugando en Primera. La cuestión es que jugábamos, salimos campeones y muchas veces te acompaña la suerte, mucha suerte, como en aquel partido final contra Estudiantes de 1973 que ganamos 4 a 3 luego de ir perdiendo 3 a 0 al inicio del segundo tiempo que es uno de los partidos que más recuerdo.

¿Qué te acordás de aquel partido?

Me acuerdo como si fuera hoy. Tal vez si me preguntás que pasó ayer no me acuerdo, pero de aquel partido me acuerdo bien.

Mirá, en ese partido nosotros íbamos perdiendo 2 a 0 y estábamos perdiendo mal porque debíamos ir perdiendo por más de dos goles. Horacio Genín la estaba rompiendo, también Sayago, Rojito, etc.

Me acuerdo que íbamos entrando al vestuario cuando termina el primer tiempo y el ‘Zurdo’ Mingone iba a los gritos “si no hacemos un gol de entrada en el segundo tiempo estos nos van a golear”. Lo del ‘Zurdo’ era característico, un amor propio impresionante. La cuestión es que entramos al vestuario, hablamos, salimos al segundo tiempo y de movida en vez de hacerles un gol nosotros nos hacen uno ellos. O sea que íbamos perdiendo 3 a 0. Parecía irremontable porque sumado al 3-0 nos estábamos comiendo un baile bárbaro.

No recuerdo bien pero a mitad del segundo tiempo hacemos un gol, ya ahí los de Estudiantes se pararon un poco pues habían corrido como locos, después hacemos otro gol como a los 30 y ya ahí cambió. Empezamos nosotros a dominar y a apretar y apretar. Hacemos el gol del empate, 3-3, la cancha se venía abajo, los muchachos de Estudiantes no lo podían creer porque era un campeonato que ya tenían ganado y llega el último minuto y el arquero de Estudiantes (‘Canti’ Oillataguerre) que va a agarrar la pelota y el ‘Zurdo’ Mingone que se la cabecea y la manda adentro. Eso fue una cosa increíble.

El diario "La Verdad" reflejando lo sucedido aquel histórico 11 de Noviembre de 1973

Fijate como son las cosas. Haciendo cruz con la vieja sede del club Estudiantes (esquina de Güemes y Murgier) estaba el Bar “Firpo” de la familia Cermelo. Pasados unos cuantos años de aquel partido, yo tenía taller en Mar del Plata y un día me lleva un trabajo uno de los hijos de Cermelo y me dice “pensar que vos fuiste uno de los que me hizo venir a vivir a Mar del Plata”. “¿Por qué?” -le pregunto y me dice “Sí, porque el día que ustedes le ganaron a Estudiantes fue tal la calentura que me agarré que me vine a vivir a Mar del Plata y nunca más volví a Ayacucho”. Ese chico, creo que es el mayor de los chicos de Cermelo, estuvo trabajando en barcos de altura, y de esto hace más de 20 años.

Ese es un partido que recuerdo y otro es cuando vino la 3ª División de Independiente de Avellaneda. Un partido lindo en que íbamos ganando 2 a 0 con un gol mío y otro de ‘Carita’ Gourriet de cabeza y en el segundo tiempo nos metieron cinco goles y terminó 5 a 2. Corrían más que en el primer tiempo (risas). Del único que me acuerdo bien de los jugadores de Independiente que vinieron aquella vez y llegaron a Primera era de Rubén Galván que después fue, por muchos años, el ‘5’ titular de Independiente y también llegó a la Selección Nacional.

¿Siempre jugaste de delantero?

Sí, siempre adelante. Comencé de delantero aunque después jugué de ‘10’ en los últimos años de mi carrera ya que de ‘11’ jugaba un chico de apellido Palas, no el popular ‘Palitas’ a quien conocemos todos, sino un chico que creo es sobrino de él. Salvo esto que te cuento siempre jugué de wing izquierdo.

¿Quién era tu ídolo?

A nivel profesional siempre me gustó Daniel Bertoni. A mí siempre me gustó como jugaba, era un tipo que no se quedaba parado en la raya, que hacía diagonales, etc.

Ricardo Daniel Bertoni en el Mundial de España 82

¿Con qué jugador te entendiste mejor dentro de una cancha?

Con Daniel González, con ‘Pocho’ Guisande, con ‘Cachito’ Asta, con varios… Con Daniel tenemos una anécdota que él no la ha contado en su nota y yo la voy a contar porque fue algo que nos pasó a los dos.

Un día vamos a la cancha, creo que era un partido final de 3ª división: Sarmiento-Estrada. Nos habían dicho que fuésemos por las dudas, que por ahí jugábamos y fuimos con el bolso los dos. Estoy casi seguro que el técnico era Felipe Romero y llega la hora del partido y nos pone.

Al otro día nosotros teníamos que jugar en Primera por lo que no dio mil recomendaciones, entre ellas que no nos hiciéramos echar.

Empieza el partido y en una jugada a partir de mitad de cancha hacemos una pared de 2 o 3 toques y yo quedo solo, sin arquero, frente al arco de Estrada. Cuando le pego, la pelota pega en el palo y se va afuera (risas).

Daniel se descompuso de risa, se reía a lo loco y yo también me reía al mirarlo a él. El ‘Mimoso’ Eloiza, que era el referí de ese partido, nos saca amarilla a los dos porque supuestamente nos estábamos burlando del rival. ¡Felipe Romero nos quería matar! Esa es una anécdota linda que siempre nos acordamos y que queda en el recuerdo.

¿Qué era Sarmiento para vos?

Un lindo recuerdo porque yo tuve mucha suerte, los planteles que integré en el Club Sarmiento eran todos de gente muy buena. Yo empecé a jugar y el ‘Zurdo’ Mingone era un tipo con un amor propio infernal, un tipo que no le gustaba perder a nada, Miguel Didío, el ‘Negro’ Eloiza, tipos que ganaban una cosa y querían seguir ganando y te contagiaban un amor impresionante por la camiseta. Para mí, Miguel, el ‘Zurdo’ y el ‘Negro’ Eloiza son el Club Sarmiento.

Ex jugadores sarmientistas en la Cena del Encuentro Rojinegro (2005)

¿De aquellas épocas, qué rival destacás como difícil?

No había un rival en especial todos los años. Alternaban Defensores, Estrada, por ahí Estudiantes, Independiente, era un nivel parejo de fútbol. Después con los años Juventud Unida, pues cuando comencé a jugar Juventud no existía, con jugadores muy buenos como los Pilatti, los Ledesma, el ‘Pona’ Cabrera’, ‘Chelín’ Villarreal, formaban lindos equipos…

¿Cuál fue el jugador que mejor te marcó en Ayacucho?

Hay varios, pero uno de los que mejor me marcó fue el ‘Gallina’ Escudero, después me acuerdo del ‘Rana’ Langhi de Defensores, Sergio Woollands de Estrada, buen jugador. En ese momento había buenos jugadores, probablemente me olvido de alguno.

¿Jugaste al fútbol también en Balcarce?

Yo hice la conscripción con un chico de Balcarce que era del club Mitre, entonces el pasó el dato acá y me fueron a buscar. Hicimos dos partidos de prueba con Amigos Unidos, que por ese tiempo ganaba todo, y Ferroviarios y tuve la suerte que a los dos les hice goles. Entonces quedé.

En la casa de mi familia, en Ayacucho, nosotros no teníamos teléfono. Mi tía vivía a la vuelta de mi casa, ella venía corriendo y me avisaba si había alguna llamada.

Un día estaba esperando la llamada de esta gente y me avisan, me pongo a hablar que sí, que voy, que esto, que lo otro, faltaba conseguir el pase, que Sarmiento no era fácil con ese tema y yo hablaba con ellos pensando que eran dirigentes del club Mitre pero en realidad los que habían llamado eran del club Racing.

Cuando me entero de la situación les dije que me disculparan pero que yo ya le había dado mi palabra a la gente de Mitre. La cuestión que se inicia el proceso de mi pase a Mitre pero la gente de ese club se tuvo que hacer unos cuantos viajes a Ayacucho para conseguirlo.

Daniel, abajo 1º desde la izquierda, integrando el plantel campeón del Club Atlético Sarmiento en 1975

Después de algunas discusiones, de entrar y salir adonde estaba reunida la Comisión Directiva de Sarmiento, que en ese momento la integraba el ‘Zurdo’ Mingone, un tipo al que quiero mucho pero era uno de los que más fuerza hacía para que yo no me vaya, en un momento vuelvo a entrar y les digo: “Miren muchachos si ustedes no me dan el pase yo este año no voy a poder jugar en Sarmiento porque yo me voy a Balcarce”. Yo ya andaba de novio en esta ciudad y me era mejor jugar acá.

A propósito de esto tengo una anécdota: Un día estaba haciendo dedo en la Ruta Nº 29 para ir a jugar a Balcarce, a la salida del campo de mi señora sobre esa ruta, y pasó uno de la Comisión Directiva del Club Sarmiento y ni bola me dio. No llegué a jugar ese partido. Entonces quedé un poquito ‘tocado’.

La cuestión es que no sé a qué acuerdo habrán llegado ellos pero juego en Mitre y salimos subcampeones. Nosotros teníamos que ganar para salir campeones y nos gana Amigos Unidos, vuelvo a jugar en Ayacucho, creo que era en 1977 cuando salió campeón Juventud Unida, al año siguiente sale campeón Defensores y en 1979 volvemos a salir campeones con Sarmiento, campeonato que finaliza en el año 1980.

Ese campeonato del ’79 se para en Diciembre, no recuerdo el motivo, y entonces yo me voy a trabajar a la cosecha, al campo de mi suegro. Yo sabía que se jugaba el partido y que iban a venir a buscar yo ya había hablado con mi suegro y todo. Entonces me viene a buscar el ‘Turco’ Elías con un Peugeot 404 blanco, me acuerdo clarito. Llega a la casilla, yo estaba manejando la cosechadora, iba y volvía por el lote y el ‘Turco’ nada.

¿Qué pasaba? Mi suegro no me quería dejar ir y era el último partido. Yo ya había arreglado por ese partido, entonces viene el ‘Turco’ y me dice “ché, pero tu suegro no quiere saber nada”. Bueno, “a ver pará” -le digo, paro la cosechadora, voy a la casilla y le explico “yo me voy, es el último partido”. “Y bueno” -me contesta. Aflojó y salimos para Ayacucho.

Entonces íbamos por adentro del campo, el partido ponele que comenzaba 15.30 hs. y yo todavía tenía que volver a “San Alberto”, 15 kilómetros para atrás a buscar la ropa y salir de vuelta para Ayacucho. Para esto ya serían como las 2 de la tarde, entonces cuando llegamos a la tranquera le pregunto “Siempre se juega 15.30 ¿no?” y el ‘Turco’ me responde “no, se adelantó el partido, se juega a las 3 de la tarde”.

“Uhhh, ¿cómo que se juega a las 3 de la tarde? ¡Dale para Ayacucho!”. La cuestión es que así como me bajé de la cosechadora así rajamos para Ayacucho. Me acuerdo que el ‘Turco’ manejaba prolijito, esquivaba los pocitos, paraba, frenaba… Yo pensaba “no llegamos” y lo apuraba al ‘Turco’ yo quería llegar a toda costa. Así que llegamos a mi casa, mi vieja me tenía el bolso preparado pues ya sabía que yo iba a ir, y manotee una camisa y un pantalón y salí vistiéndome. Me subo al auto y vamos.

Cuando llegamos a la cancha Sarmiento entraba al campo de juego pero el ‘Turco’ Argentino García -el técnico-, en vez de entrar con 11 jugadores a jugar entró con 10. Yo llego y se habrían jugado 3 o 4 minutos, me vestí con una velocidad impresionante, entro a jugar y le ganamos la final a Defensores por 1 a 0 con gol del ‘suertudo’ ¿Quién va a hacer el gol? La pelota rebotaba e iba siempre hacia donde estaba él ¡‘Cachito’ Asta! En ese partido yo tiro el córner, la pelota la rechazan para el lado mío y voy con un jugador de ellos a trabar, trabamos la pelota y vuelve al área de ellos ‘Cachito’ la agarra y de media vuelta la mandó adentro. Uno a cero y ganamos el campeonato. Ese fue el último partido que jugué en Ayacucho.

Los festejos del último campeonato obtenido por Daniel con Sarmiento (Oficial 1979)

Dijeron de él…

Daniel ‘Tortita’ González: Tal vez uno de mis mejores amigos. Sin dudas. Un fenómeno como persona. Era increíble lo que nos divertíamos jugando juntos, nos sacábamos chispas con él y con ‘Cacho’ a ver quién hacía más goles. ¡Si lo habremos hecho enojar a ‘Pocho’ Guisande!
Recuerdo aquellos años felices jugando juntos, si pudiera volver el tiempo atrás quisiera volver a repetir aquellas épocas y jugar con él y los muchachos de entonces. Además de todo, Daniel era un jugadorazo.

Miguel 'Vagancia' Didío: Daniel era una muy buena persona y muy buen compañero. Un wing izquierdo con mucha fuerza, pura potencia y también goleador. Recuerdo su velocidad. Hacían pruebas en la cancha junto al ‘Tortita’ González y hasta el medio de la cancha ganaba el ‘Tortita’ y de mitad de cancha hacia el fondo de la misma le ganaba el ‘Chacra’.

Néstor ‘Negro’ Eloiza: Muy buen jugador, una potencia terrible y muy veloz. Muy buen muchacho. Después que dejó el fútbol se dedicó bastante al ciclismo y anduvo muy bien en esa disciplina. Muy buen embalador, si venía a la par con 2 o 3 en los últimos metros seguro que les ganaba. Era muy ligero también arriba de la bicicleta, lo ví algunas veces cuando vino al velódromo local y andaba realmente muy bien.

Miguel ‘Cachito’ Asta: A él y a al ‘Tortita’ los mataba la envidia que me tenían, tiraban a matar e iban todas afuera y yo la tocaba y las metía porque hacer goles no se trata de una cuestión de fuerza. Después anduvo bien en el ciclismo, una vez salió tercero… claro que corrían tres (risas).
Fuera de toda broma, era un tanque de guerra. Un tipo que le pegaba con un ‘fierro’ y tenía mucha velocidad y una potencia terrible. Siempre junto a la raya. Bárbaro como jugador y como persona 10 puntos, uno de mis grandes amigos.

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