lunes, 11 de noviembre de 2013

A 40 años de un partido histórico e inolvidable

¡Aquí está todo dicho, Smaniotto, hay un solo equipo, Estudiantes. No quedan dudas sobre quien será el campeón!

Carlos Galetti no cree necesario completar los 90 minutos de juego para coronar al Campeón del Torneo Oficial de 1973 en nuestra ciudad.

¡Acá no está nada terminado señores!

La firme sentencia de Abel Guillermo Bruno, corresponsal de LU30 Radio Maipú en nuestra ciudad, corta el ameno clima de la única trasnmisión radial en el Estadio Municipal.

Tanto el relator de la emisora, Benjamín Smaniotto, como su comentarista, Carlos Galetti, parecen desconocer una historia rojinegra cimentada en épicas batallas en estadios de toda la provincia. Abel Bruno, sarmientista de pura cepa, no era un simple comentarista de ocasión en aquella final del 11 de Noviembre de 1973. Sabía bien a que se refería.

Dos equipos habían dominado el Oficial de 1973. Sarmiento y Estudiantes llegaban a la final habiendo demostrado claramente ser los mejores del torneo y toda una ciudad estaba en vilo esperando aquel partido.

Por un lado Sarmiento, al que avalaba una racha ininterrumpida que venía desde 1961 y una tradición basada en el amor incondicional de sus hombres a la causa rojinegra vencedora de mil batallas. Por el otro lado el elenco 'pincharrata', un verdadero equipazo con la tradición estudiantil de buscar en la zona los mejores refuerzos para competir en nuestros torneos.

Diario "La Verdad" del sábado 10 de Noviembre de 1973

El día tan esperado había llegado, con un Estadio Municipal repleto y una recaudación de 280.000 pesos, a las 16.45 hs. sonó el silbato del árbitro tandilense Miguel Santos dando comienzo al partido. Nuestro fútbol tendría un campeón para el Oficial 1973.

Las acciones comienzan de movida a inclinarse para el bando estudiantil. Carlos Sayago comienza a 'mover los hilos' del pincha ayacuchense y a los 17' abre el marcador con un gol de su autoría, Sarmiento es confusión, pocas ideas y una defensa que no muestra la solidez de otras tardes.

La confusión se acrecienta en Sarmiento cuando a los 24', Héctor 'El loco' Rosales pone el 2 a 0 para Estudiantes y el primer tiempo es todo rojo y blanco. El cuadro de Güemes y Murgier va y va tratando de aumentar las cifras y mostrar en el marcador algo que se acerque más a lo que realmente pasa en la cancha.

Horacio Genín se pierde una y otra ocasión, Sayago sigue manejando el equipo a su antojo y Carlos Rojo es imparable por su banda.

Sarmiento termina el primer tiempo perdiendo por 2 a 0 y todo parece indicar que 'le han hecho precio'.

Camino al vestuario para el entretiempo, ese emblema rojinegro que es el 'Zurdo' Mingone arenga a sus compañeros pues la cosa pinta mal: "Si no hacemos un gol de entrada en el segundo tiempo estos nos van a golear". Razón no le falta.

Se reanuda el partido y a los 4 minutos del segundo tiempo Estudiantes, a través de Horacio Genín, pega nuevamente. Tres a cero y partido liquidado. ¿Liquidado?

Todos los sueños, expectativas, y anhelos de aquellos entusiastas que el martes 30 de Junio de 1964 fundaban el Club Atlético Estudiantes parecen abrazarse en una jubilosa tribuna de cemento, que vibra con petardos, bombas de estruendo y banderas rojas y blancas que se agitan sin parar.

 Carlos Rojo, Horacio Genín, Daniel González, Daniel Crovo y Miguel Asta.
Cinco protagonistas de la definición del Torneo Oficial de 1973

A pesar del oscuro panorama que se le avecinaba a Sarmiento, su director técnico, Raúl 'Negro' Bachex había introducido una variante que comenzaría a dar sus frutos. Notó el flojo desempeño del recordado 'Dumbo' Ibarra, quien había perdido en su duelo con el 'Negro' Rojo y en su lugar entró Pedro 'Vidrio' Cuneo quien a los 8' ponía el 1-3 y el comienzo de una remontada que toma fuerza dos minutos más tarde cuando 'Cachito' Asta marca el segundo gol sarmientista y el panorama empezaba a ser otro.

'Tito' Martínez les pide a los gritos a sus dirigidos que protejan la línea defensiva. Todos van en busca de más goles y nadie vuelve. Nadie parece oirlo o bien el físico empieza a acusar recibo del gran esfuerzo físico del primer tiempo.

Mira con preocupación el banco de suplentes, en él no tiene volantes de contención como para hacer un cambio y frenar esa tromba rojinegra que pugnaba por el empate.

Ese gran goleador que fue 'Cachito' Asta empata el partido en tres a los 20' del segundo tiempo y le tira encima al 'pincha' todo el peso de la historia sarmientista. La mística rojinegra se hace presente en el Estadio Municipal y con el 3 a 3 en el marcador, todo parece indicar que habrá alargue.

Pero, Sarmiento, fiel a su tradición, va por más y lo increíble se transforma en real. A los '89 Carlos 'Zurdo' Mingone se anticipa de cabeza al arquero 'Canti' Oillataguerre en una jugada que aún hoy se recuerda como un gran error del arquero estudiantil. 4 a 3 y final de un partido inolvidable.

Sarmiento es el campeón. Se desata un carnaval rojinegro que contrasta con un desolado atardecer teñindo de rojo y blanco.

Horacio 'Indio' Genín arrodillado en el medio de la cancha llora la derrota, cerca suyo otros jugadores de Estudiantes con la cabeza gacha no encuentran en el piso las razones a lo sucedido.

Club Atlético Estudiantes 1973, un digno subcampeón

Benjamín 'Tito' Martínez ingresa al vestuario, rompe el botiquín contra la pared. Los vidrios del espejo, diseminados por el piso reflejan las caras de la derrota. A casi cien metros, el otro vestuario muestra la cara opuesta, una fiesta que no quisiera terminar nunca.

 Artículo del diario "La Verdad" del 12 de Noviembre de 1973

Grandioso. Histórico. Inolvidable. Dramático. Vibrante. Heroico. ¿Cómo lo definimos amigo? Usted califíquelo tranquilo, cualquier calificativo le va quedar bien a este verdadero partidazo que perdurará  por siempre en nuestra memoria.

El diario "La Verdad" refleja la histórica jornada vivida en el Estadio Municipal

Durante noventa minutos, un domingo 11 de Noviembre de 1973 la comedia y la tragedia se hicieron presentes en el Estadio Municipal.

Tuve la suerte de estar ahí y hoy poderlo recordar junto a usted.

Testimonios de una tarde inolvidable

Daniel 'Chacra' Crovo (Sarmiento): Me acuerdo como si fuera hoy. Tal vez si me preguntás que pasó ayer no me acuerdo, pero de aquel partido me acuerdo bien.
Mirá, en ese partido nosotros íbamos perdiendo 2 a 0 y estábamos perdiendo 'mal' porque debíamos ir perdiendo por más de dos goles. Horacio Genín la estaba rompiendo, también Sayago, Rojito, etc.
Me acuerdo que íbamos entrando al vestuario cuando termina el primer tiempo y el ‘Zurdo’ Mingone iba a los gritos “si no hacemos un gol de entrada en el segundo tiempo estos nos van a golear”. Lo del ‘Zurdo’ era característico, un amor propio impresionante. La cuestión es que entramos al vestuario, hablamos, salimos al segundo tiempo y de movida en vez de hacerles un gol nosotros nos hacen uno ellos. O sea que íbamos perdiendo 3 a 0. Parecía irremontable porque sumado al 3-0 nos estábamos comiendo un baile bárbaro.
No recuerdo bien pero a mitad del segundo tiempo hacemos un gol, ya ahí los de Estudiantes se pararon un poco pues habían corrido como locos, después hacemos otro gol como a los 20 y ya ahí cambió. Empezamos nosotros a dominar y a apretar y apretar. Hacemos el gol del empate, 3-3, la cancha se venía abajo, los muchachos de Estudiantes no lo podían creer porque era un campeonato que ya tenían ganado y llega el último minuto y el arquero de Estudiantes (‘Canti’ Oillataguerre) que va a agarrar la pelota y el ‘Zurdo’ Mingone que se la cabecea y la manda adentro. Eso fue una cosa increíble.
Fijate como son las cosas. Haciendo cruz con la vieja sede del club Estudiantes (esquina de Güemes y Murgier) estaba el Bar “Firpo” de la familia Cermelo. Pasados unos cuantos años de aquel partido, yo tenía taller en Mar del Plata y un día me lleva un trabajo uno de los hijos de Cermelo y me dice “pensar que vos fuiste uno de los que me hizo venir a vivir a Mar del Plata”. “¿Por qué?” -le pregunto y me dice “Sí, porque el día que ustedes le ganaron a Estudiantes fue tal la calentura que me agarré que me vine a vivir a Mar del Plata y nunca más volví a Ayacucho”. Ese chico, creo que es el mayor de los chicos de Cermelo, estuvo trabajando en barcos de altura, y de esto hace más de 20 años.

Carlos 'Negro' Rojo (Estudiantes): Ganábamos 3 a 0, los tres goles vinieron por mí, yo le estaba ganando el duelo a ‘Dumbo’ Ibarra quien era mi marcador. Arranca el segundo tiempo, 3 a 0 arriba y ellos se avivan y me cambian la marca y me lo mandan a Víctor Vallejos. Al rato me agarra un tirón y recuerdo que Víctor me dice “Rojito, se acabó la amistad. Si querés después del partido vamos a la cantina y tomamos algo pero acá dentro a lo hombre”. Yo le respondo “lástima que me agarró un tirón porque si no iba a ser lindo duelo”. Pese a todo seguí porque yo físicamente estaba bien pero ya no era lo mismo.
Yo hasta el último segundo tenía fe porque a pesar del tironcito, yo veía que ellos también estaban ‘muertos’ físicamente. Yo pensaba 'poniéndome una muslera en el alargue los tengo que matar'. El alargue era mío, ahí no había Vallejos que valga y justo a los 89’ el ‘Zurdo’ Mingone pone el 4 a 3.
Otra cosa que nos perjudicó a nosotros fue el ingreso de ‘Vidrio’ Cuneo que entró y empezó a ‘manejar los hilos’ como ‘5’ y un tipo de mucha visión que encima hace un gol a los 8 del segundo tiempo (1-3).
También hay que decirlo, lo perdimos porque no teníamos arquero. Estaba ‘Canti’ Oillataguerre fuera de estado, que en uno de los goles de Sarmiento tuvo toda la responsabilidad y no atinó a nada.
Otros motivos que influyeron fueron que perdimos marca en el mediocampo y queriendo contrarrestar eso ‘Tito’ Martínez saca al ‘Carancho’ Aneas y lo pone a Palas en un cambio que no rindió lo esperado. También Horacio Genín quiso definir de lujo en 2 ó 3 ocasiones jugadas que de haberlas convertido hoy estaríamos hablando de una goleada histórica. En el primer tiempo Sarmiento estaba regalado y Genín con todas la luces.
Terminó el partido y yo me arrodillé en el medio de la cancha no entendiendo lo que había pasado. Yo si perdía, perdía, no lo sentía tanto, pero acá íbamos ganando bien y era increíble haberlo perdido de esa manera. Pero, del otro lado estaba el oficio de Sarmiento, nuestro mal estado físico, 3 a 0 arriba y en vez de retrasarnos buscábamos el cuarto, encima dando la ventaja de no tener arquero.

Miguel ‘Cachito’ Asta (Sarmiento): Entramos al vestuario finalizado el primer tiempo, nosotros perdiendo 2 a 0, y nos dijimos “muchachos, si hacemos un gol de movida, podemos dar vuelta el resultado”. Empieza el segundo tiempo, a los 4’ gol de Estudiantes (Horacio Genín, 3-0) y los muchachos de Estudiantes se fueron a preparar los asados.
Ganamos ese partido porque Estudiantes nos quiso hacer cinco goles. Horacio Genín en el primer tiempo lo ‘bailó’ a Vallejos y en el segundo tiempo Víctor lo agarró en un cruce y lo ‘mató’ y ya Genín medio que aflojó un poco y segundo porque Estudiantes no estaba físicamente preparado para ir a hacer más goles, estaban ‘muertos’. Había jugadores que se ‘murieron’ y nosotros teníamos un amor propio tremendo y jamás dábamos por perdido un partido. En cuanto hicimos el primer gol salimos convencidos que podíamos darlo vuelta.
El primer tiempo Estudiantes nos pegó un baile infernal, si ellos hubieran sido ‘vivos’ no salen a buscar más goles y eran campeones. Ellos físicamente no estaban en condiciones de hacernos más goles, iban pero no volvían.
El segundo gol que hago en ese partido se lo come ‘Canti’ Oillataguerre. Yo venía muy cerrado contra la línea de fondo, amagué a patear para el medio y él sale a cortar el centro y en donde da el primer paso para salir hacia el área yo se la pongo contra el palo. Es un error del arquero, vos siempre lo primero que tenés que tapar es el primer palo.

Benjamín 'Tito' Martínez (DT de Estudiantes): En cierto modo la pierdo yo también. Estudiantes ganaba 3 a 0 al comienzo del segundo tiempo y yo quería golearlo a Sarmiento, así que lo lógico era en ese entonces haber sacado un delantero y poner un defensor como se estila hoy y 'cerrar' el partido. Yo hice al revés, saqué un mediapunta para poner un punta y ahí se terminó todo. Ellos se dieron vuelta, metieron el primer gol, los nuestros se asustaron pues, como siempre habían perdido con Sarmiento, no podían creer la oportunidad que se les estaba presentando.
Recuerdo que tanto grité esa tarde a mis jugadores pidiendo que volvieran que la afonía me duró por 15 días. Todos se iban al ataque como enloquecidos y nadie volvía.
Tiempo después me preguntaban "¿por qué no cambiaste algún jugador?" ¿Y a quién querían que cambie? Yo miraba y en el banco tenía puros delanteros ¿qué iba a cambiar? ¿un delantero por otro? ahí no estaba el problema... De todos modos ya pasó, ¿qué vas a hacer?...

Abel Guillermo Bruno (comentarista de LU30 Radio Maipú): No recuerdo la fecha, pero sí el año, 1973. Gran cotejo final entre los mejores conjuntos que habían animado el Certamen Oficial de fútbol, Estudiantes y Sarmiento. Los primeros pusieron sobre el campo de juego un conjunto formidable, mientras que los rojinegros basaron su reconocido potencial en varios hombres “tradicionales”.
Al finalizar los primeros 45 minutos, Estudiantes se retiró a los vestuarios ganando 3 a 0, sosteniendo su inobjetable victoria parcial en un apabullante accionar en todas sus líneas. Cientos de aficionados estaban perplejos.
“La 30” había ubicado su palco de transmisión frente a la tribuna principal de cemento. El equipo estaba conformado por el relator Benjamín Smaniotto, Carlos Galetti y quien escribe en los comentarios, Carlos Díaz Súnico y Pastor Luna, trabajando dentro del campo de juego y en los vestuarios, mientras que de las tandas publicitarias se hizo cargo Liliana Carlón.
En el momento de las opiniones, Galetti afirmó que “aquí está todo dicho, Smaniotto, hay un solo equipo, Estudiantes. No quedan dudas sobre quien será el campeón”. A mi turno, expresé que disentía totalmente con mi colega, porque indudablemente desconocía “la mística” de Sarmiento. Aproveché la ocasión para recordar que meses atrás y por el Campeonato Regional de Clubes Campeones, Sarmiento perdía 3 a 0 ante Ferroviarios de Balcarce, jugando muy mal, y al término de los 90 minutos obtuvo una victoria contundente por 4 a 3. Obviamente, mis compañeros me miraron incrédulos; me hacían señas (el dedo en la cabeza) cuando aún estaba en el aire; incluso se sintieron algunos gritos no muy amistosos desde las tribunas, pero me mantuve firme en lo que había dicho.
Al iniciarse el complemento, algunos jugadores de Estudiantes comenzaron a acusar el cansancio, producto de la falta de entrenamiento o el insuficiente descanso (en su mayoría el plantel estaba integrado por jugadores foráneos). El equipo estudiantil se replegó, y los experimentados elementos de Sarmiento, de a poco fueron apoderándose del campo de juego manteniendo el ritmo y la convicción de “ir para adelante”. Lenta pero inexorablemente fueron acercándose al marco rival, y así llegaron los tres goles.
Pero los rojinegros no se conformaron con la igualdad. Estaban para más y Carlos Mingone concretó el cuarto tanto, el de la victoria, que tuvo el valor de un nuevo campeonato.
En horas de la noche, el equipo de LU30 Radio Maipú fue invitado a la celebración del título en la sede de la entidad de la calle 25 de Mayo. Salvo mis compañeros de transmisión, una sola persona recordó lo que había opinado en el entretiempo. Don Felipe Romero, austero y concreto en su decir, me acercó sus plácemes por la acertada.
Es muy posible que al verter mi punto de vista, me haya dejado llevar por “la camiseta”, pero no estoy seguro. También es dable creer que me haya molestado la opinión tan drástica y determinante de mi compañero de trabajo. Ahora que analizo nuevamente ese episodio deportivo, creo con mayor convicción que tuve en cuenta “eso”, la “mística” de Sarmiento, aquella que empezó con el “Expreso del 33”, que se agrandó considerablemente con el primer título del año 1961, y que después se manifestó en innumerables oportunidades y en los peores momentos. Incluso puede afirmarse que en la “Galera” que ha distinguido a Sarmiento, futbolísticamente, siempre hubo una paloma para sacar y echar a volar en los últimos momentos, trasuntada en esfuerzo, sacrificio y lo que es mejor, amor por la camiseta.
Ese sentimiento en el fútbol tuvo valor ayer, lo tiene hoy y se mantendrá para siempre, no obstante el paso de los tiempos, la gravitación de lo económico y los cambios generacionales...

(artículo de su autoría, publicado el jueves 7 de Junio de 2012 en el diario “La Verdad”, página 14)

Horacio 'Indio' Genín (Estudiantes): Si vos me decís hoy ese partido no se puede perder, pero se pierde. El 3 a 0 era cómodo y nos erramos varios goles más y 3 a 1, 3 a 2, 3 a 3 y se pierde 4 a 3. Estábamos cómodos, yo había hecho dos goles ese día, pero también hay que decir que nuestro arquero se ‘comió’ dos goles en ese partido.
Yo me quería morir, no lo podía creer, porque uno a la distancia dice “bueno, ya está…” pero en ese momento salir campeón en un pueblo y con Estudiantes que era algo chiquitito y que se hacía de puerta en puerta, con mucho esfuerzo, hubiera sido muy lindo.

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